¿Cuántas veces al final del día sientes que estuviste ocupadísima, pero no lograste avanzar en lo que realmente importa?
A mí me pasó. Y más de una vez.
Como mamá, empresaria, atleta, líder y soñadora… me encontré muchas veces haciendo mil tareas, cumpliendo compromisos, apagando fuegos…
Y aunque parecía que todo estaba en movimiento, mi energía se estaba yendo en mil direcciones.
Fue ahí donde descubrí (o redescubrí) una regla que lo cambió todo para mí: la regla 80/20, también conocida como el Principio de Pareto.
Este principio fue descubierto por Vilfredo Pareto, un economista italiano que notó algo interesante: El 80% de la riqueza en Italia estaba en manos del 20% de la población. Con los años, otros investigadores notaron que este patrón se repetía en todas partes: negocios, relaciones, productividad, incluso salud.
Y aunque no es una ley matemática exacta, sí es una regla poderosa:
“El 80% de tus resultados viene del 20% de tus acciones.”
¿Y si estás desgastando tu energía en el 80% que no importa tanto?
Identifica el 20% de tus tareas que generan el 80% de tus resultados. Concéntrate en esas primero cada día.
Haz una lista de tareas y prioriza las que realmente impactan tus objetivos a largo plazo.
Reduce el tiempo en distracciones: el 20% de tus hábitos (como revisar el celular) podrían estar robándote el 80% del enfoque.
Clientes clave: Analiza quiénes son ese 20% de clientes que te generan el 80% de tus ingresos, y cuídalos más.
Productos rentables: Enfócate en promocionar el 20% de tus productos o servicios más exitosos.
Solución de problemas: El 80% de las quejas pueden venir del 20% de errores. Identifícalos y mejóralos.
Canales efectivos: Determina qué 20% de tus estrategias publicitarias traen el 80% de los leads.
Contenido que convierte: Si tienes redes sociales o un blog, observa qué tipo de publicaciones traen más interacción o ventas.
Segmenta a tu audiencia: Invierte más en ese grupo reducido de personas que más interactúan o compran.
Ejercicios clave: El 20% de los ejercicios (como sentadillas o dominadas) dan el 80% del progreso físico.
Hábitos saludables: Dormir bien, moverse diario y comer balanceado pueden ser ese pequeño porcentaje con gran impacto en tu salud.
Gastos críticos: El 20% de tus gastos podría estar drenando el 80% de tu presupuesto. Identifícalos y ajústalos.
Ingresos pasivos: Dedicar esfuerzo a construir un 20% de fuentes que te den el 80% de retorno a largo plazo.
Personas clave: El 20% de tus relaciones te dan el 80% del bienestar emocional. Invierte más en ellas.
Actividades de valor: Identifica cuáles momentos (como una cena familiar o leer un buen libro) te dan más satisfacción.
Te propongo este pequeño ejercicio:
Haz una lista de todo lo que haces en un día.
Subráñalo que realmente te da resultados, paz o alegría.
Pregúntate: ¿Qué pasaría si me enfocara solo en eso?
Haz también una lista de tus fortalezas. Ahí está tu 20%.
Ahí está tu poder.
Grabé un episodio completo en mi podcast donde te hablo más a fondo sobre esta regla, cómo la he aplicado en mi salud, en mi descanso, en mis relaciones y en mi vida empresarial.
✨ Spoiler: no se trata de trabajar más, sino de vivir mejor.
Este principio no es una moda ni una fórmula mágica. Es una invitación a observar, elegir y actuar con intención. Nos vemos en mi podcast Al Agua con Gisela
📢 🌿 Haz menos, pero con propósito. Vive más, con intención. Aquí puedes ver el episodio completo